sábado, 23 de octubre de 2010

Molino Reboulaz, desde 1889 en Ecilda Paullier.








Aqui se muestra la placa de estaño que sirvió como primer logotipo que utilizó la industria molinera, desde 1904 cuando Francisco V. Reboulaz (foto inferior), hijo del fundador Víctor Reboulaz, compra la firma a su padre y a su socio y cofundador Pablo Bonjour, su cuñado a la vez. Francisco V. Reboulaz Chabloz concebido en Europa y nacido en Rosario - Argentina-, el 17 de febrero de 1873, luego del largo viaje en barco desde el puerto de Génova que iniciaron sus padres y hermanos, (fueron sus padrinos de bautismo, los también inmigrantes valdostanos Francisco y Francisca Bionaz). La familia se afinca en la provincia de Santa Fé, en su capital, donde emigra en 1877 a Uruguay, para ubicarse junto con otros europeos en Colonia Cosmopolita, departamento de Colonia, para trasladarse definitivamente en 1889 a la naciente Colonia Agrícola Santa Ecilda. Donde pasa su adolescencia, llegado a su juventud Francisco colabora con su padre y cuñado en las tareas del molino, pero decide probar suerte y capacitarse en los quehaceres de la industria y se establece en Buenos Aires, donde se desempeña como habilidoso empleado de los Molinos harineros y elevadores de granos "Río de la Plata", sin perder la vinculación con sus familiares a quienes asesoraba permanentemente.. Ya con 30 años regresa a Ecilda Paullier, para invertir el capital generado con años de esfuerzo y su experiencia, adquiriendo la propiedad de la firma, que dirige hasta su fallecimiento en 1937.

Una industria con historia...







Los iniciadores del Molino Santa Ecilda, tal como se denomino originalmente, el valdostano Víctor Reboulaz y el piamontés Pablo Bonjour, para montar el molino importaron maquinaria húngara fabricada en 1886 por la firma Ganz & Co. en Budapest. Llegando en 1890 a Ecilda Paullier para incorporarse al naciente emprendimiento, que pronto adquirirá generosa contribución con el progreso rural de los colonos. También tenemos en la foto superior una vieja estampa, conduciendo una primitiva motocicleta Bonjour y de acompañante Víctor Reboulaz, transitando los fangosos caminos de antaño, de la ferviente Colonia Agrícola y Pueblo de Santa Ecilda.