jueves, 14 de abril de 2011

Molino Reboulaz: añeja industria ecildense

La familia de colonos valdostanos Reboulaz- Chabloz, nace al pie de los Alpes, Víctor Reboulaz y Faustine Chabloz se unieron en matrimonio el 13 de junio de 1863, en la parroquia de Saint Hilaire, en su poblado natal de Nus. Diez años después, el núcleo familiar constituído por Víctor, su esposa Faustine embarazada e hijos, emprenden la partida al nuevo continente. Dejan atrás a su querido valle alpino, en búsqueda de nuevos rumbos para alcanzar el bienestar y prosperidad familiar, trás largo viaje en barco transoceánico se afincan en América en 1873, cargados de esperanzas y dispuestos a ser constructores del futuro, junto a otros inmigrantes europeos, en la tierra que los recibió (foto con sus numerosos hijos en sus primeros años en Uruguay en 1880).

Edificación del Molino Santa Ecilda de la familia Reboulaz, colonos provenientes del Valleé d' Aoste, erigida desde 1889. Se constituyó en una de las principales estructuras locativas de la naciente localidad, todo un símbolo del trabajo y esfuerzo de los inmigrantes europeos.










El emprendimiento iniciado en 1889, por la familia Reboulaz, permanece hasta hoy en manos de sus descendientes, siendo la industria más añeja de Ecilda Paullier. El linaje Reboulaz data desde 1620, con origen en el poblado de Nus, en el Valleé D´Aoste, al pie de los Alpes (en la actual frontera franco-suizo-italiana). Desde allí parten en 1873 hacia America, el matrimonio de valdostanos formado por Víctor Reboulaz Reboulaz (hijo de Joseph Reboulaz y de Geneviéve Reboulaz) y su esposa Faustine Chabloz Nairoz (hija de Crisóstomo Chabloz y Catalina Nairoz), junto con otros inmigrantes en búsqueda de un futuro mejor en el nuevo mundo. Zarparon del puerto de Génova y así llegan a Argentina, y se establecen en Rosario, provincia de Santa Fé. Años después se trasladan al vecino Uruguay, y se ubican en la población de Colonia Cosmopolita, departamento de Colonia, junto con valdenses y otros europeos. Hasta que en 1889 Víctor Reboulaz asociado a su yerno el piamontés Pablo Bonjour deciden iniciar, en suelo josefino, en la naciente Colonia Agrícola Santa Ecilda, gestada desde 1883, un molino harinero. Compartiendo sueños de prosperidad junto con suizos, alemanes, italianos, franceses , españoles y otros inmigrantes del viejo continente, unidos aquí para vivir, trabajar y criar a sus hijos. El Molino Reboulaz se convirtió en un establecimiento industrial que impulsó la agricultura regional, con fuerte acopio de trigo, lino y otros cereales. Además desde 1904, Francisco V. Reboulaz al adquirir la propiedad del molino "Santa Ecilda" a su padre y cuñado, le imprime potencia y diversifica su accionar: proveedor de máquinas trilladoras para los departamentos de San José y Flores. Desarrollando también: taller, barraca, herrería, carpintería, invernaba ganado e instaló una carnicería. Fallecido en 1937, sus hijos: Blanca(1906), Luis(1908), Delio(1909), Antonio(1911), Delia(1916) y Violeta Reboulaz(1923), prosiguen con las actividades de la firma. Así la obra de esta pujante familia valdostana, que surge en un valle alpino, contribuyó con el progreso y el desarrollo regional, siendo un referente del proceso fundacional de Santa Ecilda o Ecilda Paullier.

sábado, 23 de octubre de 2010

Molino Reboulaz, desde 1889 en Ecilda Paullier.








Aqui se muestra la placa de estaño que sirvió como primer logotipo que utilizó la industria molinera, desde 1904 cuando Francisco V. Reboulaz (foto inferior), hijo del fundador Víctor Reboulaz, compra la firma a su padre y a su socio y cofundador Pablo Bonjour, su cuñado a la vez. Francisco V. Reboulaz Chabloz concebido en Europa y nacido en Rosario - Argentina-, el 17 de febrero de 1873, luego del largo viaje en barco desde el puerto de Génova que iniciaron sus padres y hermanos, (fueron sus padrinos de bautismo, los también inmigrantes valdostanos Francisco y Francisca Bionaz). La familia se afinca en la provincia de Santa Fé, en su capital, donde emigra en 1877 a Uruguay, para ubicarse junto con otros europeos en Colonia Cosmopolita, departamento de Colonia, para trasladarse definitivamente en 1889 a la naciente Colonia Agrícola Santa Ecilda. Donde pasa su adolescencia, llegado a su juventud Francisco colabora con su padre y cuñado en las tareas del molino, pero decide probar suerte y capacitarse en los quehaceres de la industria y se establece en Buenos Aires, donde se desempeña como habilidoso empleado de los Molinos harineros y elevadores de granos "Río de la Plata", sin perder la vinculación con sus familiares a quienes asesoraba permanentemente.. Ya con 30 años regresa a Ecilda Paullier, para invertir el capital generado con años de esfuerzo y su experiencia, adquiriendo la propiedad de la firma, que dirige hasta su fallecimiento en 1937.

Una industria con historia...







Los iniciadores del Molino Santa Ecilda, tal como se denomino originalmente, el valdostano Víctor Reboulaz y el piamontés Pablo Bonjour, para montar el molino importaron maquinaria húngara fabricada en 1886 por la firma Ganz & Co. en Budapest. Llegando en 1890 a Ecilda Paullier para incorporarse al naciente emprendimiento, que pronto adquirirá generosa contribución con el progreso rural de los colonos. También tenemos en la foto superior una vieja estampa, conduciendo una primitiva motocicleta Bonjour y de acompañante Víctor Reboulaz, transitando los fangosos caminos de antaño, de la ferviente Colonia Agrícola y Pueblo de Santa Ecilda.